En Betania encontramos a las dos hermanas: Marta y María. Y hay un invitado especial en la casa de ellas: Jesús. Las dos le tenían mucho respeto y cariño. Pero este amor lo demuestran en formas diferentes. ¿En qué consiste la verdadera acogida?
● Diferencia de comportamiento entre hermanas.
Mientras Marta prepara la comida, María está escuchando a los pies de Jesús.
Marta puso como centro de su vida la cocina, mientras que María pone a Jesús como el centro, maestro e invitado.
Marta es “activa” y escoge de servir a Jesús, María es “contemplativa”, ofreciendo a sí misma.
● Actitudes.
Marta pensó que María era haragana. Pero el modo como piensa Dios no es como nosotros juzgamos. La forma como Jesús le llama a Marta no es en realidad un regaño sino una llamada a la conversión. “Marta, Marta, muchas cosas te preocupan…”
Marta estaba preocupada de muchas cosas menos del invitado especial. Es cierto que ella estaba preparando para servir al invitado, pero en vez de acercarse a Él, más se estaba alejando. Y el invitado, más que la comida, estaba esperando su corazón. Por eso Jesús le dice: “Una sola cosa te hace falta…”. En otra ocasión Jesús lo expresó en la siguiente forma: “No solo de pan vive el hombre…” y “Cielo y tierra pasarán, pero mis Palabras no pasarán”.
● Juntando las manos de Marta con el corazón de María.
El verdadero discípulo tiene que juntar la acción de Marta con la oración de María. Hay que servir como Marta y escuchar como María. Pero el primer lugar siempre hay que darlo a Dios.